Charlestón, el baile de los felices años 20

El jazz pasaba a ser un símbolo de modernidad y los ritmos sincopados del hot y del swing causaban furor. El cine –la otra gran innovación que se desarrollaba con fuerza en USA– los difundió rápidamente entre los europeos, que los abrazaron con tanto o más entusiasmo que los norteamericanos.
En este contexto, el charlestón es uno de los bailes más representativos de esta época. De hecho, fuera de los años veinte su presencia en los cabarets, salas de baile, o en el cine mismo, es escasa.
El charlestón –baile de compás cuaternario y ritmo sincopado en el que se alternan brazos y piernas principalmente, con una gran movilidad en los pies– toma el nombre de la ciudad homónima (Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos) y era, en su origen, un baile de los negros. La cada vez mayor afición por el jazz conllevó un interés porTras la Primera Guerra Mundial, un conflicto que nadie esperaba que llegara a estallar ni mucho menos que se prolongase tanto tiempo, una especie de huida hacia adelante se adueñó de gran parte de la sociedad, especialmente entre aquellos que, por edad, no habían participado en la guerra ni se consideraban responsables del desastre. Una nueva época nacía, un mundo nuevo que nada tenía que ver con el anterior. Al menos eso pensaban, sobre todo los estadounidenses, cuyo país conocía –a causa precisamente de la guerra– una época de prosperidad económica que llegó a ser conocida como los “felices años veinte”.
El jazz pasaba a ser un símbolo de modernidad y los ritmos sincopados del hot y del swing causaban furor. El cine –la otra gran innovación que se desarrollaba con fuerza en USA– los difundió rápidamente entre los europeos, que los abrazaron con tanto o más entusiasmo que los norteamericanos.
En este contexto, el charlestón es uno de los bailes más representativos de esta época. De hecho, fuera de los años veinte su presencia en los cabarets, salas de baile, o en el cine mismo, es escasa.
El charlestón –baile de compás cuaternario y ritmo sincopado en el que se alternan brazos y piernas principalmente, con una gran movilidad en los pies– toma el nombre de la ciudad homónima (Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos) y era, en su origen, un baile de los negros. La cada vez mayor afición por el jazz conllevó un interés por otras manifestaciones artísticas de la cultura afroamericana directamente relacionadas con él. Al parecer, entre la comunidad afroamericana se bailaba desde principios del siglo XX, pero no fue, como decíamos, hasta el inicio de la década de 1920 que se popularizó fuera de ella.
El jazz pasaba a ser un símbolo de modernidad y los ritmos sincopados del hot y del swing causaban furor. El cine –la otra gran innovación que se desarrollaba con fuerza en USA– los difundió rápidamente entre los europeos, que los abrazaron con tanto o más entusiasmo que los norteamericanos.
En este contexto, el charlestón es uno de los bailes más representativos de esta época. De hecho, fuera de los años veinte su presencia en los cabarets, salas de baile, o en el cine mismo, es escasa.
El charlestón –baile de compás cuaternario y ritmo sincopado en el que se alternan brazos y piernas principalmente, con una gran movilidad en los pies– toma el nombre de la ciudad homónima (Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos) y era, en su origen, un baile de los negros. La cada vez mayor afición por el jazz conllevó un interés por otras manifestaciones artísticas de la cultura afroamericana directamente relacionadas con él. Al parecer, entre la comunidad afroamericana se bailaba desde principios del siglo XX, pero no fue, como decíamos, hasta el inicio de la década de 1920 que se popularizó fuera de ella.
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